EL ESTRÉS POSITIVO O “EUTRÉS”.

Conocemos con el nombre de estrés a aquella sensación de tensión o amenaza, provocada por diversos factores que exigen una demanda mayor a la que pensamos que podemos afrontar. Estos factores, conocidos como estresores, abarcan distintos eventos de nuestra vida cotidiana. Podemos sentir estrés ya sea por cambios de la vida, presiones, tensiones, noticias, frustraciones, conflictos, entre otras muchas causas. De hecho, el estrés no es necesariamente causado por factores negativos. Un cambio positivo en nuestras vidas, como puede ser una boda, puede generar estrés.

INSOMNIO: QUÉ ES Y CÓMO IMPACTA EN NUESTRA SALUD.

El problema del insomnio consiste en tener dificultad para conciliar el sueño, para seguir durmiendo o una combinación de ambas. Como consecuencia, la persona duerme poco o nada durante la noche y probablemente se sienta cansada al amanecer, lo que provoca un bajo desempeño en las actividades del día al estar somnoliento, con falta de energía e irritable. El insomnio puede ser agudo o crónico. El agudo se caracteriza por su corta duración (días o semanas), el cual es generado por problemas de la vida cotidiana, ya sea estrés laboral, conflictos familiares o personales, el cambio de horario al viajar, etc. Por otro lado, el insomnio crónico tiene una duración de más de un mes provocado por alguna enfermedad que la persona padezca, efecto secundario de algún medicamento, así como por otras sustancias: cafeína, nicotina, bebidas alcohólicas, drogas, etc.

CONSECUENCIAS DE NO DORMIR BIEN EN LA SALUD PSICOFÍSICA.

El sueño es tan importante para tu salud como lo es una buena dieta y una rutina de ejercicios a diario. Estudios confirman que las personas que sufren de insomnio suelen tener peor calidad de vida en comparación con aquellas que duermen bien. Se entiende por insomnio toda alteración en el proceso de dormir, tanto en su inicio (dificultad para conciliar el sueño), como en su continuación (interrupciones constantes), y finalización (desvelarse), que limita la calidad de vida e interfiere con el funcionamiento de quien lo padece. Las tres formas de insomnio descritas arriba, mejor resumidas como: la duración, la profundidad y la continuidad del sueño, representan en su naturaleza la dificultad para acceder de forma pertinente a la fase REM.